Una EIRL o Empresa Individual de Responsabilidad Limitada es, como su nombre lo dice, una persona jurídica formada exclusivamente por una sola persona, que puede desarrollar actividades civiles y comerciales.
Las EIRL fueron creadas por la ley 19.857 del año 2003 y poseen una serie de características bastante llamativas a la hora de emprender un negocio.
Una de esas características es que si bien se trata de una persona jurídica unipersonal, esta posee un patrimonio distinto de la persona natural que la compone, por lo que de esa forma no se ve comprometido el patrimonio de quien la constituye. Es decir, el constituyente de la EIRL responderá con los aportes efectuados o los que se haya comprometido a aportar. Esto significa un gran incentivo al pequeño y mediano empresario que desea comenzar a desarrollar un negocio en la región.
Las EIRL deberán constituirse siempre mediante escritura pública y un extracto de estas deberá publicarse en el Diario Oficial e inscribirse en el Registro de Comercio del Conservador de Bienes Raíces respectivo.
Si bien en las EIRL la administración corresponderá al dueño, esto no impide que se puedan otorgar poderes generales o especiales a gerentes o mandatarios.
En cuanto a la duración de una EIRL esta puede ser determinada o indefinida, y para poner término a estas, bastará con la voluntad del empresario, el término de su duración o la muerte del constituyente. En caso de fallecimiento del empresario individual, sus herederos podrán continuar con la empresa.
Un tema importante en las EIRL es que deberá darse siempre formalidad y publicidad especial a los contratos que celebre la empresa individual con su propietario, cuando éste actúe dentro de su patrimonio personal.
Finalmente cabe mencionar que las empresas individuales de responsabilidad limitada se podrán transformar en sociedades de responsabilidad limitada y una sociedad de responsabilidad limitada podrá constituirse a su vez en una empresa individual. En este último caso, los derechos de la sociedad que desaparece deben reunirse en las manos de una sola persona natural.
